terça-feira, 3 de março de 2009

Fría acogida a Enrique Bañuelos en Brasil

Año X - Madrid, jueves 19 de febrero de 2009

Enrique Bañuelos, el empresario valenciano que protagonizó el meteórico ascenso y posterior debacle en Bolsa de la inmobiliaria Astroc, ha comprado la empresa brasileña Abyara, una operación que no ha pasado inadvertida en la prensa del país. Los medios locales ya han comenzado a advertir a los empresarios sobre los antecedentes de uno de los grandes símbolos de la caída del ladrillo en España.

Al igual que hace unas semanas, cuando los runmores sobre la operación eran ya más que evidentes, los medios brasileños han advertido sobre la posibilidad de que el español traiga consigo el efecto que en España terminó con la llamada "caída del ladrillo". En el país ya le han bautizado como el Donald Trump español, o el Señor de los Ladrillos.

La polémica ha hecho que el silencio sea su arma de fuego. Su nuevo equipo lo conforman no más de 10 personas. La empresa que reconstruirá su imperio se llama CV Capital. El logotipo no figura por ningún lado.

Bañuelos empezó su carrera como vendedor de miel, pero con 40 años llegó a ocupar el puesto 95 de la lista de Forbes de los hombres más ricos del Planeta, el tercer español, con una fortuna cercana a los 10.000 millones de dólares (7.700 millones de euros). El origen de su fortuna se remonta a 1999, cuando funda la inmobiliaria valenciana Terra Canet para construir una urbanización en la playa de Canet d'en Berenguer, Valencia.

Pero el pelotazo del empresario vino con la inmobiliaria Astroc. La compañía debutó en el parqué madrileño en 2006 a un precio de 6,4 euros por acción. Una cifra que se disparó hasta los 75 euros en tan sólo ocho meses. Poco después, la firma perdía su brillo de golpe dejando en la cuneta a su mismísimo fundador.

Atrás quedan sus demostraciones de poder, como la presentación de la Fundación Astroc en Nueva York con una paella para 20.000 personas, o cuando acompañó al Principe de Asturias en la recepción del presidente norteamericano, George W. Bush.

Pero todos aquellos momentos pasaron rápidamente. Obligado por las circunstancias, vendió a sus socios su inmobiliaria, y, en un guiño del destino, su marcha fue celebrada por Astroc, ahora conocida como Afirma Grupo Inmobiliario.

En el ámbito judicial, se enfrenta aún a cargos por «administración desleal y maquinación para alterar el precio de las acciones» de Astroc. El juez Fernando Grande-Marlaska en septiembre rechazó su solicitud de sobreseimiento del caso.

La empresa brasileña Agra Empreendimentos Imobiliarios y Bañuelos pagarán 37,9 millones de reales (16,2 millones de dólares) para comprar el 62% del capital de la inmobiliaria Abyara Planejamento.

El acuerdo contempla la adquisición y renegociación de 430 millones de reales de deuda, de los que 300 millones vencen este año, según un documento enviado ayer al regulador bursátil de Brasil.

Bajo precio - Los nuevos propietarios pagarán 1,2 reales brasileños por cada acción de Abyara, un precio ligeramente inferior a los 2,02 reales con los que cerró la compañía inmobiliaria ayer en la Bolsa de Sao Paulo.

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